¿Sabía que las casas de empeño son las instituciones financieras más antiguas de las civilizaciones y que los préstamos se remontan a 3.000 años hasta la antigua China, la antigua Grecia y Roma? Y hoy, muchas leyes sobre el empeño en las naciones occidentales se derivan de la ley imperial romana, mientras que los tribunales imperiales de China supervisaron el negocio.
Uno puede ver fácilmente que el empeño resultó ser valioso para estas culturas antiguas porque, a medida que la influencia y la cultura de los imperios griego y romano se expandió, el empeño llegó con él.
Incluso la iglesia católica romana, que tenía prohibiciones contra el cobro de intereses sobre préstamos, hizo excepciones para el empeño, ya que parece que a los franciscanos se les permitió comenzar a empeñar durante la Edad Media.
El empeño llegó a Inglaterra con William el Conquistador en 1066. En 1338, Eduardo III empeñó sus joyas para recaudar dinero para una guerra inminente con Francia, y el rey Enrique V hizo lo mismo en 1415. En Francia, los cruzados empeñaron sus posesiones de tierras para Monasterios y diócesis por dinero para financiar, equipar y transportar sus ejércitos a Tierra Santa.
El empeño ha existido y prosperado durante miles de años porque funciona. De hecho, funciona tan bien hoy como hace 3000 años. Si desea saber más sobre este antiguo y práctico medio de pedir prestado y prestar dinero, visite su casa de empeño local. Algunas cosas nunca envejecen.